O la historia de un retorno y de una revancha. Al igual que en su dia las musicas europeas llevadas al nuevo continente por los colonos americanos, con la inestimable ayuda de los esclavos negros, dieron lugar a todo el cultivo musical yanki. Haciendo el viaje inverso, de Estados Unidos a las ciudades portuarias de Inglaterra, los discos de blues, rock, country y gospel, amamantaron a unos chavales que formarian los Rolling Stones.Que en 1972 dieron un golpe de estado musical. Los colonos podrian haber ganado la Guerra de la Independencia, pero estos britanicos condensaron, con una superioridad absoluta a la de los grupos americanos, las raices musicales de los Estados Unidos. Y lo hicieron en Francia, desde el viejo continente. Aun mas, desde un villorio que habia sido ocupado por los nazis durante la II Guerra Mundial.Despues de haberle dado duro al blues (sobretodo en sus inicios), al rock mas Chucberriano, al soul de la Stax, incluso a la psicodelia (el fallido pero interesante "Their Satanic Majesties Request"), el pop carnavalesco y sofisticado a los Kinks y Beatles ("Between the buttons"), al country (gracias a su contacto con Gram Parsons) y en el anterior disco a este, "Sticky Fingers", darle un entorno a veces pseudo progresivo (las secciones de cuerda de aire oriental de "Moonlight mile", la psicofonica "Sister morphine", los aires santaneros de "Can´t you hear me knocking"), les dio por hacer su disco mas arcaico, que se hunde en las raices del rock & roll. Y tambien, quizas, el mas atemporal. Suena perdido en la noche de los tiempos, tanto puede tener casi 40 años, como 60, como haber sido grabado anteayer.Los topicos sobre este disco basculan sobre su identidad unitaria (que la hay), que podria ejemplificar a un anglosajon el significado de nuestro termino "duende" (que tambien), dado lo espontaneo y caotico de su concepcion: se encerraron en Villa Cointe con solo una cancion escrita ("Sweet Virginia" sobrante del disco anterior), sesiones a altas horas de la madrugada casi nunca con los cinco juntos, cantidad de drogas (Richards salio enganchado a la heroina). En fin, que lo que podria haber sido una catastrofe dado lo anarquico de la metodologia, fue una refinacion final del proceso creativo del grupo, una destilacion a lo bruto del modus operandi que llevaba practicando el grupo desde sus inicios. Asi suena de fresco y de emocionante.
No estoy de acuerdo con ese cliche inamovible que dice que el "Exile" es un disco que hay que escucharlo entero, pero que no tiene canciones relevantes por separado. Mejor si se escucha entero, pero justamente, me parece un disco donde nada sobra y el mas adictivo de su carrera. De hecho, algunas de mis canciones favoritas de ellos, se encuentran en este album. La forma que tiene de engancharte es sustancialmente distinta a la que tiene un disco de pop. Es un lazo mas ritmico, mas entusiasta, que melodico. Es como uno de esos absurdos juegos que inventan los niños, simples y repetitivos, pero que no pueden dejar de realizar. Es una adiccion similar a la de los primeros discos de Little Richard o Chuck Berry, ese ritual de vudu electrificado saliendo de un pantano donde el aire huele a sudor y sexo: a excitacion, a la de la version de "Satisfaction" de Otis Redding, esa apologia del ritmo que no deja de decirte "puto blanquito, metete tus melodias por el culo, el ritmo lo es todo".
Lei en una entrevista a los Animal Collective, que ellos consideraban personalmente, que las estructuras ritmicas de una cancion les enganchaban mas que las melodias de esta. No creo que necesariamente siempre haya de ser asi, pero considero igual de importante el ritmo que la melodia o la armonia. Es decir, a grandes rasgos, que los conceptos menos occidentales (aunque evidentemente en toda musica occidental el ritmo tiene una gran importancia) son igual de importantes que los que consideramos mas caracteristicamente occidentales. Un ritmo puede ser tan adictivo como una melodia pegadiza. Tambien Andy Summers (Police) en sus memorias "El tren que no perdi", meditando sobre ciertas enseñanzas budistas e incluso artesanales (el escultor que "encuentra" una figura en una bloque de piedra), llega a la conclusion de que la maestria del musico consiste en modificar el tiempo, alargandolo o contrayendolo.
No estoy de acuerdo con ese cliche inamovible que dice que el "Exile" es un disco que hay que escucharlo entero, pero que no tiene canciones relevantes por separado. Mejor si se escucha entero, pero justamente, me parece un disco donde nada sobra y el mas adictivo de su carrera. De hecho, algunas de mis canciones favoritas de ellos, se encuentran en este album. La forma que tiene de engancharte es sustancialmente distinta a la que tiene un disco de pop. Es un lazo mas ritmico, mas entusiasta, que melodico. Es como uno de esos absurdos juegos que inventan los niños, simples y repetitivos, pero que no pueden dejar de realizar. Es una adiccion similar a la de los primeros discos de Little Richard o Chuck Berry, ese ritual de vudu electrificado saliendo de un pantano donde el aire huele a sudor y sexo: a excitacion, a la de la version de "Satisfaction" de Otis Redding, esa apologia del ritmo que no deja de decirte "puto blanquito, metete tus melodias por el culo, el ritmo lo es todo".
Lei en una entrevista a los Animal Collective, que ellos consideraban personalmente, que las estructuras ritmicas de una cancion les enganchaban mas que las melodias de esta. No creo que necesariamente siempre haya de ser asi, pero considero igual de importante el ritmo que la melodia o la armonia. Es decir, a grandes rasgos, que los conceptos menos occidentales (aunque evidentemente en toda musica occidental el ritmo tiene una gran importancia) son igual de importantes que los que consideramos mas caracteristicamente occidentales. Un ritmo puede ser tan adictivo como una melodia pegadiza. Tambien Andy Summers (Police) en sus memorias "El tren que no perdi", meditando sobre ciertas enseñanzas budistas e incluso artesanales (el escultor que "encuentra" una figura en una bloque de piedra), llega a la conclusion de que la maestria del musico consiste en modificar el tiempo, alargandolo o contrayendolo.
Como ya he dicho, odio ese topico de la falta de canciones clasicas de los Stones en este disco. Gran parte de mis favoritas del grupo estan aqui: "Sweet black angel", "Torn & frayed", "Happy", "Shine a light", "Loving cup", la version de Slim Harpo "Shake your hips", el rock 50´s aceleradisimo de "Rip this joint" o esa magistral "Rocks off". Esta cancion me obsesiona. Podria ejemplificar por si sola, ese antagonismo entre melodia y ritmo, si no fuera por que ademas es una cancion impecablemente construida. Lo cual me lleva a insistir en otro punto: el topicazo de que es un disco grabado a la buena de Dios, improvisando. Au contraire, precisamente esa soltura con la que fue concebido, se nota en la cantidad de matices del disco. Retomando "Rocks off" es una cancion de una cantidad de detalles de produccion, similares a los que se puedan encontrar en el mas barroco disco de pop: las voces entrecruzadas de Jagger y Richards, esa efecto de phaser en la parte intermedia, etc...
ENLACE DE DESCARGA:
http://sharebee.com/0b0555bd
1 comentario:
grande,grande,grande,y ya.
Publicar un comentario