Da la impresión de que el debut de los Byrds solo está bien considerado por incluir la adaptación de Dylan que titula el disco, pasando por alto que no es la mejor canción del álbum, ni siquiera es la mejor versión que contiene el disco (ese honor pertenece a "The bells of Rhymney") y al despegue de un compositor tan dotado como Gene Clark, que compone cinco canciones de primera para este disco. Sin olvidar que es el debut de uno de los mejores grupos de los sesenta y se dan a conocer con uno de los mejores álbumes de la época.
Es este un caso peculiar de liderazgo. Normalmente en un grupo es el compositor (o compositores) más dotado quien lidera al resto. Aquí ocurre al revés, es el menos dotado para la composición quien manda. Arthur Lee se permitió echar a un compositor de primera como Bryan MacLean !pero por que estaba a su altura! (y aun así, no logro superar sus trabajos en comandita con MacLean). McGuinn, más valiente o quizá solo más ciego, salió adelante de las deserciones y/o expulsiones de Clark, Crosby y Hillman. Tampoco es Roger un cantante más exquisito que los dos mencionados, aunque sí cuenta a favor su maestría como instrumentista (aunque, de hecho fue el mismo Crosby quien le enseño el camino para definir su estilo unico).
El disco se abre con la versión de Dylan, edificada sobre la cadencia rítmica del "Don´t worry baby" (esos estacatos de guitarra) de los Beach Boys, que se transforma así en una suerte de folk eléctrico y con mayor énfasis rítmico. Prosigue el álbum con una de las más conocidas canciones de Clark: "I´ll feel a whole lot better", majestuosa composición que encierra en sí misma la carrera entera de un Tom Petty. Si con “Mr. Tambourine man” nace el folk rock, con “I´ll feel” cristaliza una de las primeras muestras del power pop.
Dejo aparte las otras tres versiones de Dylan, ya que quitando "All I really want to do", donde por cierto suena una pandereta (aunque prefiero la versión que registraron Sonny & Cher), encuentro que no añaden demasiado al muestrario musical del conjunto, sobre todo esa inacabable versión de "Chimes of freedom" donde Roger ejerce de impersonator del de Duluth. Estas canciones del primer Dylan, al ser desprovistas de la interpretación del autor, se muestran como extremadamente romas musicalmente, ya en su misma concepción original. Si tomasemos la definición con que se sintetiza (de manera excesivamente reduccionista) el estilo musical de los Byrds de esta época, esto es, folk-rock, estas versiones de Dylan si muestran esa cara más básica. Ya que son lecturas muy cercanas a las originales, añadiendo un suave poso eléctrico.
El disco se abre con la versión de Dylan, edificada sobre la cadencia rítmica del "Don´t worry baby" (esos estacatos de guitarra) de los Beach Boys, que se transforma así en una suerte de folk eléctrico y con mayor énfasis rítmico. Prosigue el álbum con una de las más conocidas canciones de Clark: "I´ll feel a whole lot better", majestuosa composición que encierra en sí misma la carrera entera de un Tom Petty. Si con “Mr. Tambourine man” nace el folk rock, con “I´ll feel” cristaliza una de las primeras muestras del power pop.
Dejo aparte las otras tres versiones de Dylan, ya que quitando "All I really want to do", donde por cierto suena una pandereta (aunque prefiero la versión que registraron Sonny & Cher), encuentro que no añaden demasiado al muestrario musical del conjunto, sobre todo esa inacabable versión de "Chimes of freedom" donde Roger ejerce de impersonator del de Duluth. Estas canciones del primer Dylan, al ser desprovistas de la interpretación del autor, se muestran como extremadamente romas musicalmente, ya en su misma concepción original. Si tomasemos la definición con que se sintetiza (de manera excesivamente reduccionista) el estilo musical de los Byrds de esta época, esto es, folk-rock, estas versiones de Dylan si muestran esa cara más básica. Ya que son lecturas muy cercanas a las originales, añadiendo un suave poso eléctrico.
"You won´t have to cry" y "Here with you" son otras muestras de la excelencia de Clark. Aparentemente sencillas pero con un gancho melódico y unos giros que las hacen memorables: la segunda voz en falsete doblando las partes del solista en “You won´t have to cry", los cambios de compas de "Here with you" hasta que cae ese lánguido "...forever".
"The bells of Rhymney", popularizada por Peter Seeger, es la versión mejor adaptada del álbum: esa interpretación trémula de McGuinn que se apasiona según canta ("...why so worried, sisters why?"), el toque de platillos de Clarke, el solo arpegiado del mismo Guinn y ese final donde las voces se funden como las de un coro gregoriano. Son tan sutiles instrumentalmente como usando los coros. Si bien no son tan espectaculares como los de unos Beach Boys, sí que los emplean de manera más sabia que, por ejemplo, los Hollies, que abusan de demasiadas voces cantando idénticas partes vocales, como intentando dar un engañoso toque de grandeza. Los Byrds no necesitan de arboles que impidan ver el bosque, cuanto más desnudos, paradójicamente, mas llenas suenan sus canciones: si acaso una voz, en el mismo tono, apoyando la solista y otra de contrapunto en falsete. No necesitan de más.
Por cierto, que él solo de "Gazing" del debut de Love (del 66) es muy similar (algo más acelerado) al de "The bells of Rhymney " del debut de los Byrds. Así como "Orange skies" de "Da capo" (1967) parte de los mismos acordes que "The bells of Rhymney". Y también fue saqueada por los mismísimos Beatles en "If I need someone".
"I knew I´d want you" es otra maravilla de Clark. Me recuerda a las baladas de los primeros discos de los Beatles, pero interpretada de manera más suave y en tonos vocales más graves, adquiriendo con ello una mayor profundidad que canciones de los Beatles de ese periodo.
"Don´t doubt yourself" de Jackie DeShannon interpretada con un ritmo a lo Bo Diddley, que se conjunta fabulosamente con la guitarra de McGuinn (que al final del toca algo del Diddley en concreto de "Who do you love”, aunque por lo visto intentaron homenajear la versión de los Stones del “Not fade away” del omnipresente Bo). Mejor canción y mejor interpretada que cualquiera de las canciones de Dylan de este disco. Solo por detrás de la mencionada "The bells...".
Es justo destacar el progreso del que da cuenta Hillman como bajista en estas dos canciones. En “Don´t doubt yourself” toma protagonismo con un mini solo de bajo a la manera de los de John Entwistle. Recordare que hasta su incoporacion a los Byrds, Hillman no había tocado el bajo en su trayectoria musical (era interprete de mandolina, principalmente).
“It´s no use" es otro jangle-rock tan excitante y movido como "I´ll feel a whole lot better". Como la anterior muy Beatle, aunque esta toma el aspecto más yeyé de los británicos.
Y para despedirse, un divertido homenaje a la popular canción de Vera Lynn, "We´ll meet again". Todo un himno en la II Guerra Mundial, en especial en Gran Bretaña. No tiene el toque humorístico del “Oh Susanna” que cerraría su segundo disco, está interpretada con mayor severidad, pero si es desconcertante que versionaran un estándar tan conocido al otro lado del charco (en el área anglosajona)
MATERIAL EXTRA: Esta edición añade al material original canciones como "She has a way", otra composición de Clark tan buena como las incluidas en el disco oficial y el instrumental "You and me", amén de versiones distintas de algunas canciónes incluidas en el disco original.
"Don´t doubt yourself" de Jackie DeShannon interpretada con un ritmo a lo Bo Diddley, que se conjunta fabulosamente con la guitarra de McGuinn (que al final del toca algo del Diddley en concreto de "Who do you love”, aunque por lo visto intentaron homenajear la versión de los Stones del “Not fade away” del omnipresente Bo). Mejor canción y mejor interpretada que cualquiera de las canciones de Dylan de este disco. Solo por detrás de la mencionada "The bells...".
Es justo destacar el progreso del que da cuenta Hillman como bajista en estas dos canciones. En “Don´t doubt yourself” toma protagonismo con un mini solo de bajo a la manera de los de John Entwistle. Recordare que hasta su incoporacion a los Byrds, Hillman no había tocado el bajo en su trayectoria musical (era interprete de mandolina, principalmente).
“It´s no use" es otro jangle-rock tan excitante y movido como "I´ll feel a whole lot better". Como la anterior muy Beatle, aunque esta toma el aspecto más yeyé de los británicos.
Y para despedirse, un divertido homenaje a la popular canción de Vera Lynn, "We´ll meet again". Todo un himno en la II Guerra Mundial, en especial en Gran Bretaña. No tiene el toque humorístico del “Oh Susanna” que cerraría su segundo disco, está interpretada con mayor severidad, pero si es desconcertante que versionaran un estándar tan conocido al otro lado del charco (en el área anglosajona)
MATERIAL EXTRA: Esta edición añade al material original canciones como "She has a way", otra composición de Clark tan buena como las incluidas en el disco oficial y el instrumental "You and me", amén de versiones distintas de algunas canciónes incluidas en el disco original.
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