Tras asistir a uno de los conciertos que dio Brian Wilson en el 2005 acompañado de los Wondermints, me sorprendio la poca objetividad con que reacciono nuestra prensa musical “seria”. O lo elevaban a los altares por los motivos más peregrinos o como reaccion a la contra ante la sacralización de Wilson con motivo de su vuelta al mundo de los vivos, se permiten, ante el dudoso presente del musico, no solo de cuestionar el reciente trabajo del californiano, sino la estupidez de minusvalorar su etapa clasica.
Una mezcla de decepcion por el presente del musico, actitud esnob y falta absoluta de criterio. Esas actitudes es la que conllevan a que el mundo de la musica popular se acerque más de lo aconsejable a la liturgia clerical. En esta tesitura, más exarcebada aun si se trata de viejas glorias, el concierto de Brian, involuntariamente, fue un corte de mangas a ese estado de las cosas. No habia mas foco de atención que la musica. Eran una orquesta de pueblo (la corista que llevaban facilita la comparación) desgranando una serie de composiciones magistrales. Si una banda competente, que no excelsa, como los Wondermints, podian emocionarnos, ¿que no podrian habernos suscitado los Beach Boys de una buena añada, acompañados de musicos de mayor capacidad que los Wondermints?
Para el recuerdo queda ese tremendo “Heroes & villains”, donde esa armonia de “barber shop” según la definio el mismo Jimi Hendrix, se transmutaba en una miriada de musicas: entre ellas una cantata de Bach, un ragtime y una melodía de music hall de entreguerras, sin dejar sonar a su creador. Si, Brian no pintaba nada en ese concierto e incluso entorpecia las ejecuciones en ocasiones. Pero aunque esto pueda ser negativo, no es mas que subrayar la grandeza de Brian como compositor y creador. Su musica sobrevive a la defunción como interprete (al menos en directo) de su creador y tiene tal envergadura que no necesita de su presencia, de su carisma o de nostalgias absurdas para ser apreciada. No es un eco en el recuerdo juvenil lo que nos hace disfrutar de su musica, sino la inabarcable grandeza de su obra, que aun sorprende y es capaz de tomar nuevas formas.
Por ello, este articulo va a girar principalmente sobre la musica que hicieron los Beach Boys y no sobre dar cuenta de los sufrimientos y torturas de su creador principal, obviando, el prodigioso ejercicio creativo que ejercio durante años. Aparte que, la musica de los Beach Boys, a pesar de la desgraciada vida de Brian no nacio con la intencion de recrearse en el dolor, sino para celebrar los placeres cotidianos de la existencia. Ni siquiera participo de ese sentimiento de impotencia sexual de muchas canciones de rock de los años cincuenta. Viviendo en el eden californiano, la sexualidad (“Dos chicas por cada chico” que escribio en “Surf city” cancion que regalo a Jan & Dean) o coger el coche de papi, eran placeres mas que asumidos.
Nota: En las reediciones de Capitol, por no repetir algunas canciones en el mismo material en un mismo CD, separaron “Surfer Girl” de “Little Deuce Coupe”. He mantenido la ordenación de las reediciones, por no confundir al lector, pero el orden de edición de los seis primeros álbumes, seria este: “Surfin´Safari”, “Surfin´USA”, “Surfer Girl”, “Little Deuce Coupe”, “Shut down vol. II” y “All summer long”.
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