Como digo, despertó muchas expectativas la colaboración de ambos: el genio de los Beatles junto con el que se rumoreo durante un tiempo que podría ser el quinto Beatle. Y el resultado decepciono lo que se esperaba de ellos: uno de los mejores discos de los 70. Curioso que este disco, considerado fallido, surgiera tras una llamada intempestiva telefonica de Lennon a Nilsson, consiguiendo que Nilsson se trasladase de Londres, donde se hallaba ultimando los detalles de un muy interesante proyecto (un disco de versiones de Allan Toussaint que iba a ser producido por Van Dyke Parks y contaba con la colaboracion de Dr. John), a Los Angeles, abortando de esta manera el disco de versiones en la estela de su genial disco de versiones de Randy Newman. Disco que por cierto, a pesar de que su desnudez (piano y la voz de Nilsson regrabada tantas veces como fuera necesaria) me recuerda a los sentimientos que me despierta el "Song cycle" de Van Dyke Parks. En ambos discos aparece la cancion "Vine St." de Newman.
Lo que más destaca del álbum es la voz de Nilsson. Sorprende porque está totalmente rota (alcohol, afonías diversas, noches durmiendo la borrachera en la playa...adiós a uno de los registros más amplios del pop, adiós). De esa cristalina y hercúlea voz de tres octavas, no queda nada. Nilsson canta aquí como una mezcla de la fuerza del Jim Morrison de "L.A. woman"(1971) y la rasposidad Joe Cocker. Bien, el disco no es "Plastic Ono Band" (1970) o "Nilsson Schimilsson" (1971) pero es un disco muy bueno.
La canción que abre, "So many rivers to cross" de Jimmy Cliff, desguaza a la original (y cualquier otra versión). La voz de Nilsson sangra (de hecho, literalmente, acabo la grabación esputando sangre de sus rotas cuerdas vocales). Esta canción desesperada toma en la interpretación de Harry un sentimiento de "me levantare por veces que me tiren al suelo". Me parece que es lo que John Lennon trató de hacer en "Walls and Bridges" (1974) (específicamente en "Nobody loves you" y no logró; la canción en la que Nilsson terminó escupiendo sangre fue ésta porque al final se manda un grito ESTREMECEDOR (ay, John Lennon, como no aprendiste para hacer lo mismo en "Nobody loves you", en todas las versiones sueltas el mismo gritito apagado) y dice algo así como que ya no tiene voz para seguir cantando. A John Lennon le gustó como quedó porque usó el arreglo de cuerdas para "#9th dream", quizá porque en la mezcla de "So many rivers to cross" quedo algo sepultado en la demás instrumentación (y sobre todo, por esa voz inhumana de Nilsson), o quizá porque aun Lennon tenía su imitación de las producciones spectorianas en una fase no tan lograda. El hecho de que la mayoría de las piezas lleven dos baterías y dos o tres guitarras nos da una pista de que Lennon quería reproducir las técnicas de Spector.
El asunto es el final de la canción, el quid de la canción es el final cuando viene la frase "Wandering, I am LOOOOST", en ese momento Nilsson se saca el alma del cuerpo, el grito le sale de las entrañas, vomita sus rotas cuerdas vocales y las deja desparramadas sobre el micrófono. PERO, no sólo hace eso, y eso es lo que termina por hacer magistral su versión, recoge sus cuerdas vocales para hacer un giro melódico en la última línea de la canción. Ese es un instante único e irrepetible, uno de los grandes momentos de la música.
Otra versión que nos hace olvidar la original es la del "Subterranean homesick blues" de Dylan, convertido en un boogie salvaje y con mas suciedad y electricidad que la del puñetero sonido mercurial (¿?) que quiso conseguir Dylan para su trilogía eléctrica de los sesenta. La voz de Nilsson aquí suena más similar a la que exhibió en discos anteriores, quizá es porque esta mas escondida en la densa mezcla, ya que cuando la alza, muestra de nuevo, mayor rugosidad que antaño. "Don´t forget me" del propio Nilsson es una de sus clásicas baladas, que antaño sonaban a crooner perdido en la noche de los tiempos y con su nueva voz suenan mas desesperanzadas que nunca. Tiene un hermoso arreglo de cuerdas del propio Nilsson, tan bonito como el de "So many rivers to cross" pero mas clasicote. Aparte de las cuerdas el único instrumento que suena es un piano tocado por Harry. La siguiente canción de Harry es más floja, "All my life", que aun así es un interesante collage. El ritmo funky del principio, el arreglo omnipresente (demasiado) de cuerdas, la percusión de Keith Moon que da un toque campestre a la canción. Todavía más floja es "Old forgotten soldier" ya la había enmaquetado para "Nilsson Schmilsson" pero había quedado fuera del álbum. La maqueta era una grabación a capella de lo que parecía una nana. La diferencia con esta versión subyace más en el deterioro vocal de Nilsson que en que lleve un ligero acompañamiento. Parece que la este cantando un borracho en un club de jazz a altas horas de la madrugada. La voz le traiciona y cede de forma similar a lo que le ocurría a Jim Morrison en "Hyacinth house" (del citado "L.A. woman").
El álbum recupera la calidad de sus tres primeras piezas con otra versión, "Save the last dance for me", de Pomus y Shuman para los Drifters. Mentalmente comparo esta versión con la que grabo Tina Turner en el disco que le produjo (en parte) Phil Spector, "River Deep Mountain High". Esta versión de "Pussycats" es más lenta, más calmada. También esta orquestada, pero la de Tina tenía el énfasis en la sección rítmica (hasta las cuerdas tomaban un ritmo presto) y aquí se recrea en la voz rota de Nilsson (el único instrumento que marca un ritmo similar al de la pieza original es ese staccato de piano). Un critico del Rolling Stone la definio como "una dolorosa y deseperada plegaria".
Otra versión "Loop de loop" con los Rapsberries haciendo los coros (estaban grabando en los mismos estudios su "Starting over"), aunque escondidos entre un coro infantil. Queda curioso el contraste entre las voces nítidas de los niños y la ronca de Harry. Que Harry está seguro de sus cualidades como cantante a pesar de la ronquera, queda patente en "Black sails", una balada donde canta sobre un fondo de cuerdas. Me gusta mucho, parece como una continuación de "I´ll never leave you" y esa es una de las mejores canciones que he escuchado nunca. También me recuerda al Scott Walker mas operístico de "Tilt" (1995) o "The drift" (2006).
Para no perder la costumbre, Nilsson se merienda al sosainas de Bill Haley (¿el peor rocker de los cincuenta? !si!), convirtiendo su paliducha y estomagante "Rock around the clock" en algo rockero, en lugar del tontuelo trabalenguas de la original. La voz de Nilsson esta aun mas escondida en la mezcla que en "Subterranean homesick blues", hasta que le da para aullar con ese tono metálico que tiene ahora entre los muros de guitarras (menudo solos se marcan) se y la triple (Moon, Ringo Starr y Jim Keltner) sección rítmica. Cuando la canción parece que ha acabado, se produce un pequeño reprise aceleradísimo que debió dejar al tonto de Halley, si es que la llego a escuchar, al punto del suicidio.
Como extras incluye tomas maqueteras producidas por Lennon de "Down by the sea" que parece una canción de ese rock de los cincuenta que adaptaba ritmos latinos, con una bonita slide, un ritmo de chachachá y la voz de Nilsson escondiendo su ronquera con una interpretación lánguida, "Turn out the light" que parece un delirio hawaiano - ambas acabarían en "Duit On Mon Dei" (1975) - y "The flying saucer´s song" que no es una canción, sino una borrachera registrada en disco. Esta acabaría en "Sandman" (1975), a dúo con Joe Cocker. Amén de una versión al piano de "Save the last dance for me".
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Escrito con la ayuda de Bruno Ysla Heredia.