Grabado tras mudarse de su Texas natal eludiendo problemas con la justicia: le pillaron en el aeropuerto de Corpus Christi (Texas) con marihuana, volviendo de su gira por Londres teloneando a los Stones y Beach Boys (vaya cartel, oiga). Doug abandona su banda, exceptuando el saxo de Frank Marino, que volveran para "Mendocino" y recluta a nuevos musicos para este disco que supone un salto de gigante respecto al debut de los Sir Douglas.
Entre esos musicos esta el saxofonista Mel Martin, colaborador en bandas sonoras tan especiales como "El Topo" de Alejandro Jodorowsky o "La ley de la calle" de Coppola o "Warriors", aparte de ser el creador de aquel sketch de "Barrio Sesamo" donde una pelota de pinball nos enseñaba a contar hasta diez.
Este disco poco o nada tiene que ver con su elepe de debut. Ha sido definido como una mezcla entre los Stooges de "Fun House" (1970) y Bobby Bland. Lo cual es meter a la banda de Iggy Pop como calzador hasta en la sopa por que de aqui a unos años atras son "populares". En lo de Bland acierta más, ya que el crujiente baladon sureño de "I´m glad for your sake" podria estar incluido perfectamente en "Two Steps From The Blues" (1961). Pero no es Bland algo ajeno a Doug. Lo que si es una novedad es su incursion en los terrenos de Miles Davis de discos como "Miles Smiles" (1966) o "The Sorcerer" (1967). E incluso de esa obra cumbre de Davis y el arreglista Gil Evans que es "Sketches From Spain" (1960) donde no sabias si homenajeaban al maestro Rodrigo o escribian musica para un pasacalles de otra dimension. Esos arreglos "marcianos" surgen inopinadamente de canciones de base soul, country o funk.
Con un riff funky abre el disco, un piano esparce ritmos y entran los metales en esa tonica funk. El sonido es aspero si, pero esto tiene una riqueza sonora y una calidad que a los Stooges se les escapam asi que no se a que viene la comparacion. Esto es más negro que Stooges, MC5 y todas las puñeteras bandas de high energy de Detroit juntas. Se escucha a los musicos charlar entre ellos como esa sensacion comunal que producen los discos de James Brown y otros monstruos del funk. A "Are inlaws really outlaws?" le sigue "Sell a song" que comienza como una balada para detenerse en un ritmo quedo, con la voz de Doug en primer plano y pequeños arabescos de un piano honky tonk y algun punteo de guitarra del propio Sahm, con ese buen gusto y destreza que le caracteriza. A continuacion los musicos empiezan con los solos en la tradicion del jazz (eso si, bastante mas cortos). Hay momentos realmente mesmerizantes con esos saxos lejanos, mientras el piano repite una misma frase y la bateria echa humo. El final es algo digno de una obra dodecafonica. Un saxo escapado de algun disco de free jazz o del majara de Sun Ra nos da la bienvenida en "Song of evertyhing". Los saxos vuelven de Venus a algo mas funky y todo toma un ritmo mas lento. Es casi una cancion psicodelica, de una extraña manera. Wayne Albert, pianista, aqui se encarga de tocar un organo que crea unas magnificas texturas al fondo de la cancion, como un ambiente enrarecido con hasta un ligero toque Doors y las percusiones dan un sabor mas extraño que exotico o hippie. Tambien nos aguarda un final espectacular con Doug aullando como si cayera de algun vacio intelestelar y la musica creando una apropiada sensacion de vacio cosmico.
Algun tipo de oscilador electronico abre "Can you dig my vibrations?" para dejar su lugar a la guitarra de Doug que se combina con los metales en otra pieza funky. La rudeza de la voz de Doug cuando canta eso de "In your soul" es digna del mejor shouter negro, surge como de un agujero negro de whisky, nicotina y virilidad sureña. El más melancolico Doug que echa menos su tierra natal tiene lugar en "I´m glad for your sake". Una intro hablada en español abre esta balada sureña deudora tanto de un Bobby Bland como de un Fats Domino (aunque la voz de Doug es más cercana a Bland, Little Richard o Ray Charles). Tambien tiene un toque de swing y un solo de violin de Doug multiplicado en una sala de eco, truco que volveria a emplear en "Mendocino" o mismamente, en la cancion que precede, "Whola lotta peace of my mind" tambien en ese tono contenido. Al menos hasta que entra el correspondiente desarrollo instrumental en esa onda que mezcla elementos de jazz, psicodelia y la percusion latina. Y para terminar la ligera pero apreciable "You never get to big" que tambien tiene un final abrupto: de repente aparece una seccion de percusion hawaiana y un saxo enloquecido que parece monologar consigo mismo.
MATERIAL EXTRA: Tres canciones grabadas ya con Augie, Marino y Perez. La tremenda "Linda Lou" que a mi me recuerda a un Louis Prima tejano, otra balada sureña como es "Soulful woman" y "Too many docile minds"
ENLACE DE DESCARGA:
Entre esos musicos esta el saxofonista Mel Martin, colaborador en bandas sonoras tan especiales como "El Topo" de Alejandro Jodorowsky o "La ley de la calle" de Coppola o "Warriors", aparte de ser el creador de aquel sketch de "Barrio Sesamo" donde una pelota de pinball nos enseñaba a contar hasta diez.
Este disco poco o nada tiene que ver con su elepe de debut. Ha sido definido como una mezcla entre los Stooges de "Fun House" (1970) y Bobby Bland. Lo cual es meter a la banda de Iggy Pop como calzador hasta en la sopa por que de aqui a unos años atras son "populares". En lo de Bland acierta más, ya que el crujiente baladon sureño de "I´m glad for your sake" podria estar incluido perfectamente en "Two Steps From The Blues" (1961). Pero no es Bland algo ajeno a Doug. Lo que si es una novedad es su incursion en los terrenos de Miles Davis de discos como "Miles Smiles" (1966) o "The Sorcerer" (1967). E incluso de esa obra cumbre de Davis y el arreglista Gil Evans que es "Sketches From Spain" (1960) donde no sabias si homenajeaban al maestro Rodrigo o escribian musica para un pasacalles de otra dimension. Esos arreglos "marcianos" surgen inopinadamente de canciones de base soul, country o funk.
Con un riff funky abre el disco, un piano esparce ritmos y entran los metales en esa tonica funk. El sonido es aspero si, pero esto tiene una riqueza sonora y una calidad que a los Stooges se les escapam asi que no se a que viene la comparacion. Esto es más negro que Stooges, MC5 y todas las puñeteras bandas de high energy de Detroit juntas. Se escucha a los musicos charlar entre ellos como esa sensacion comunal que producen los discos de James Brown y otros monstruos del funk. A "Are inlaws really outlaws?" le sigue "Sell a song" que comienza como una balada para detenerse en un ritmo quedo, con la voz de Doug en primer plano y pequeños arabescos de un piano honky tonk y algun punteo de guitarra del propio Sahm, con ese buen gusto y destreza que le caracteriza. A continuacion los musicos empiezan con los solos en la tradicion del jazz (eso si, bastante mas cortos). Hay momentos realmente mesmerizantes con esos saxos lejanos, mientras el piano repite una misma frase y la bateria echa humo. El final es algo digno de una obra dodecafonica. Un saxo escapado de algun disco de free jazz o del majara de Sun Ra nos da la bienvenida en "Song of evertyhing". Los saxos vuelven de Venus a algo mas funky y todo toma un ritmo mas lento. Es casi una cancion psicodelica, de una extraña manera. Wayne Albert, pianista, aqui se encarga de tocar un organo que crea unas magnificas texturas al fondo de la cancion, como un ambiente enrarecido con hasta un ligero toque Doors y las percusiones dan un sabor mas extraño que exotico o hippie. Tambien nos aguarda un final espectacular con Doug aullando como si cayera de algun vacio intelestelar y la musica creando una apropiada sensacion de vacio cosmico.
Algun tipo de oscilador electronico abre "Can you dig my vibrations?" para dejar su lugar a la guitarra de Doug que se combina con los metales en otra pieza funky. La rudeza de la voz de Doug cuando canta eso de "In your soul" es digna del mejor shouter negro, surge como de un agujero negro de whisky, nicotina y virilidad sureña. El más melancolico Doug que echa menos su tierra natal tiene lugar en "I´m glad for your sake". Una intro hablada en español abre esta balada sureña deudora tanto de un Bobby Bland como de un Fats Domino (aunque la voz de Doug es más cercana a Bland, Little Richard o Ray Charles). Tambien tiene un toque de swing y un solo de violin de Doug multiplicado en una sala de eco, truco que volveria a emplear en "Mendocino" o mismamente, en la cancion que precede, "Whola lotta peace of my mind" tambien en ese tono contenido. Al menos hasta que entra el correspondiente desarrollo instrumental en esa onda que mezcla elementos de jazz, psicodelia y la percusion latina. Y para terminar la ligera pero apreciable "You never get to big" que tambien tiene un final abrupto: de repente aparece una seccion de percusion hawaiana y un saxo enloquecido que parece monologar consigo mismo.
MATERIAL EXTRA: Tres canciones grabadas ya con Augie, Marino y Perez. La tremenda "Linda Lou" que a mi me recuerda a un Louis Prima tejano, otra balada sureña como es "Soulful woman" y "Too many docile minds"
ENLACE DE DESCARGA:
4 comentarios:
coño,gracias hombre,andaba buscando este disco,fijate...
lástima que no esté el enlace de descarga...
Ya lo subire que el disco de mp3 donde lo tenia esta en manos de un colega. Si no ya ripeare el original.
¡Por favor, ese enlace!Que yo tambien odio a Bob Dylan.
Publicar un comentario