A pesar de que su debut en solitario desprenda una frescura que lo hace muy disfrutable, ya que por entonces el camaleon no ha afinado sus artes y dispara en todas direcciones en busca del exito o como poco, labrarse un hueco (donde fuere) en la efervescencia del swingin London. Son sus siguientes discos los que le asientan como icono glam. Especialmente este "Hunky Dory" de concepcion mas pop que "The Man Who Sold The World" (1970) donde apuntaba a una suerte de hard rock con algun deje proto sinfonico.
Observando que el clasico del anterior disco fue precisamente la cancion titular de sonoridades acusticas, mayor gancho pop y duracion sin salirse de los estandares del pop. Bowie, insiste en esta via, sin dejar de lado los experimentos. Si la clave esta en escribir un par de exitos para dar entrada a contenidos mas densos, Bowie se aplica a la labor desde el inicio: "Changes" con su estribillo tartamudeante a lo "My Generation". La banda que le acompaña se estabiliza alrededor de Mick Ronson (si hubiera justicia en el mundo este tipo estaria por delante de estrellas fugaces como Jeff Beck o Eric Clapton) que aparte de ser un hacha con su instrumento escribe unos inspiradisimos arreglos orquestales con la gracia de un Jack Nietzsche cualquiera (soberbios los de "Changes" o "Life on Mars"). Al piano sigue Rick Wankerman, bastante comedido para lo que fue luego su soporifera carrera (en los insufribles Yes o en solitario, aun peor). Precisamente sobre su piano se vertebra "Oh you pretty things".
Piano y guitarra son todo lo que necesita Bowie para dar rienda a una especie de haiku musical en "Eight line poem", una cosilla algo menor donde no se sabe si Bowie imita a Dylan con admiracion o se rie de el con ese soniquete nasal que el emparenta con George Formby. No es nada mas que algo para matar el tiempo hasta que llega otra de las cimas del album, "Life on Mars". Bowie estaba tan obsesionado con "My way" que llego a adaptarla al mercado anglosajon (aunque la version que conocemos es con la letra de Paul Anka) que decidio hacer un himno inspirado en esta cancion. A mi parecer dio mil vueltas al original. Aparte del inspirado arreglo orquestal obra de Ronson, Wankerman da su mejor interpretacion al piano y Bowie encaja una letra surrealista y nos regala un tour de force vocal (esos cambios de tono de grave a agudo, esa expresividad que va del hastio al desenfreno sentimental de un segundo a otro). "Kooks" no esta considerada como algo nada especial, pero a mi me gusta bastante. Esta dedicada al recien nacido hijo de David, mezcla algo entre unos aire cabareteros y de transformista ingles.
"Quicksand" por su estructura mas compleja mantiene el tono del album anterior y da paso a otro de los momentos mas divertidos del disco "Fill your heart". Una cancion de Biff Rose compuesta para que la cantase Tiny Tim. No hay que obviar el interes de Bowie por los freaks musicales, vease Legendary Stardust Cowboy o el fantastico duo que perpetro en television acompañado por el contratenor Klaus Nomi (por cierto, un duo entre Nomi y Tiny en busca del agudo más imposible hubiera sido tremendo). Otra rareza, "Andy Warhol" (Bowie ya apuntaba sus redes hacia la Factory, la Velvet Underground y en especial Lou Reed. Recordad que Bowie ya versioneaba "White light/ white heat" antes de que al grupo lo conociese hasta mi vecina). Unos sonidos deliciosamente retro futuristas nos llevan hasta una cancion folkie de estructura minima (un rasgueo de acustica y adios) con una letra asimimiso, sencilla. Pese a esto, la cancion tiene una capacidad hipnotica que no la hace nada despreciable. Bowie funciona al cien por cien incluso cuando no se toma muy en serio. Y despues de Warhol, rinde tributo a otra de sus influencias de la epoca en "Song for Bob Dylan" imitando la manera vocal del norteamericano. Es curioso como se lleva los manierismos de Dylan mezclandolos con los suyos (ese piano barroco que tanto le gusta a Bowie que le llevaria a abandonar a Wankerman por el aun más virtuoso Mike Garzon). A pesar de mi más que confesada manía hacia quien esta dedicada la cancion, me gusta mucho esta. Mas reminiscencias del disco anterior encontramos en "Queen bitch" de lo más rockero del disco (no andaba precisamente escaso de sonidos duros el "The man" pero aqui me estoy refieriendo a rock´n´roll, solo hay que escuchar el groove que tiene el tema) revelandonos las puntadas maestras de cosas como "Sufragatte city" o "Moonage daydream". Curioso que se considera a Bowie como uno de los mayores cinicos del rock cuando es capaz de desnudarse como lo hace en "The Bewlay brothers" hablando de la compleja relacion con su hermanastro mayor (con inquietudes neo nazis con las que el propio Bowie coqueteo durante su epoca glam, estancias prolongadas en manicomios ya que la familia de su madre era prolija en individuos con trastornos mentales graves...hasta que se suicido arrojandose a las vias de un tren). Es cierto que es frio y que tiene una flema caracteristicamente inglesa, pero no me parece más alejado que un Dylan, que siempre ha jugado al despiste (algo hay que hacer para entretener al oyente cuando tu musica se repite a lo largo de cuarenta años). Una enorme cancion que podria haber firmado el Barrett del debut de los Pink Floyd.
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Observando que el clasico del anterior disco fue precisamente la cancion titular de sonoridades acusticas, mayor gancho pop y duracion sin salirse de los estandares del pop. Bowie, insiste en esta via, sin dejar de lado los experimentos. Si la clave esta en escribir un par de exitos para dar entrada a contenidos mas densos, Bowie se aplica a la labor desde el inicio: "Changes" con su estribillo tartamudeante a lo "My Generation". La banda que le acompaña se estabiliza alrededor de Mick Ronson (si hubiera justicia en el mundo este tipo estaria por delante de estrellas fugaces como Jeff Beck o Eric Clapton) que aparte de ser un hacha con su instrumento escribe unos inspiradisimos arreglos orquestales con la gracia de un Jack Nietzsche cualquiera (soberbios los de "Changes" o "Life on Mars"). Al piano sigue Rick Wankerman, bastante comedido para lo que fue luego su soporifera carrera (en los insufribles Yes o en solitario, aun peor). Precisamente sobre su piano se vertebra "Oh you pretty things".
Piano y guitarra son todo lo que necesita Bowie para dar rienda a una especie de haiku musical en "Eight line poem", una cosilla algo menor donde no se sabe si Bowie imita a Dylan con admiracion o se rie de el con ese soniquete nasal que el emparenta con George Formby. No es nada mas que algo para matar el tiempo hasta que llega otra de las cimas del album, "Life on Mars". Bowie estaba tan obsesionado con "My way" que llego a adaptarla al mercado anglosajon (aunque la version que conocemos es con la letra de Paul Anka) que decidio hacer un himno inspirado en esta cancion. A mi parecer dio mil vueltas al original. Aparte del inspirado arreglo orquestal obra de Ronson, Wankerman da su mejor interpretacion al piano y Bowie encaja una letra surrealista y nos regala un tour de force vocal (esos cambios de tono de grave a agudo, esa expresividad que va del hastio al desenfreno sentimental de un segundo a otro). "Kooks" no esta considerada como algo nada especial, pero a mi me gusta bastante. Esta dedicada al recien nacido hijo de David, mezcla algo entre unos aire cabareteros y de transformista ingles.
"Quicksand" por su estructura mas compleja mantiene el tono del album anterior y da paso a otro de los momentos mas divertidos del disco "Fill your heart". Una cancion de Biff Rose compuesta para que la cantase Tiny Tim. No hay que obviar el interes de Bowie por los freaks musicales, vease Legendary Stardust Cowboy o el fantastico duo que perpetro en television acompañado por el contratenor Klaus Nomi (por cierto, un duo entre Nomi y Tiny en busca del agudo más imposible hubiera sido tremendo). Otra rareza, "Andy Warhol" (Bowie ya apuntaba sus redes hacia la Factory, la Velvet Underground y en especial Lou Reed. Recordad que Bowie ya versioneaba "White light/ white heat" antes de que al grupo lo conociese hasta mi vecina). Unos sonidos deliciosamente retro futuristas nos llevan hasta una cancion folkie de estructura minima (un rasgueo de acustica y adios) con una letra asimimiso, sencilla. Pese a esto, la cancion tiene una capacidad hipnotica que no la hace nada despreciable. Bowie funciona al cien por cien incluso cuando no se toma muy en serio. Y despues de Warhol, rinde tributo a otra de sus influencias de la epoca en "Song for Bob Dylan" imitando la manera vocal del norteamericano. Es curioso como se lleva los manierismos de Dylan mezclandolos con los suyos (ese piano barroco que tanto le gusta a Bowie que le llevaria a abandonar a Wankerman por el aun más virtuoso Mike Garzon). A pesar de mi más que confesada manía hacia quien esta dedicada la cancion, me gusta mucho esta. Mas reminiscencias del disco anterior encontramos en "Queen bitch" de lo más rockero del disco (no andaba precisamente escaso de sonidos duros el "The man" pero aqui me estoy refieriendo a rock´n´roll, solo hay que escuchar el groove que tiene el tema) revelandonos las puntadas maestras de cosas como "Sufragatte city" o "Moonage daydream". Curioso que se considera a Bowie como uno de los mayores cinicos del rock cuando es capaz de desnudarse como lo hace en "The Bewlay brothers" hablando de la compleja relacion con su hermanastro mayor (con inquietudes neo nazis con las que el propio Bowie coqueteo durante su epoca glam, estancias prolongadas en manicomios ya que la familia de su madre era prolija en individuos con trastornos mentales graves...hasta que se suicido arrojandose a las vias de un tren). Es cierto que es frio y que tiene una flema caracteristicamente inglesa, pero no me parece más alejado que un Dylan, que siempre ha jugado al despiste (algo hay que hacer para entretener al oyente cuando tu musica se repite a lo largo de cuarenta años). Una enorme cancion que podria haber firmado el Barrett del debut de los Pink Floyd.
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2 comentarios:
Hey Alex, sensacional post. Oye, he leído que Bowie tenía una gran inquietud por pescar de aquí y de allá, yendo casi sin dirección propia en busca de un sonido y voz partoculares.
En cuanto a su acercamiento a la Velvet, Bowie reconoció que uno de sus cinco discos preferidos de la Velvet era el "White heat, white light". el blanco, un color que adoraba por el sentido cadavérico que tenía.
Desde luego, un pedazo de disco, con esa portada y ese pose femenino, a lo Grata Garbo, era cunado Bowie comenzaba a provocar con el tema : soy homosexual. y qué mejor que un homosexual, disfrazado de lesbiana.
Un saludo compañero!
Si, de hecho el mismo dice que fue llevar la tecnica "cut & paste" de Burroughs a la musica. Hombre, yo creo que todo el mundo toma cosas de otro, esto es de perogrullo, pero no todos consiguen dotar ese material prestado de su propia personalidad. No veo a Bowie más ladron que a otros musicos, pero si con intereses más diversos y con una capacidad de malear lo ajeno, impresionante.
Un saludo.
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